Un analista programador lo sabe, pero cualquier usuario tiene que tener claro que existen dos tipos de conexiones básicas a Internet: el ADSL y la fibra óptica. La diferencia clave es que la fibra óptica es más rápida y nos ofrece una mejor calidad de conexión. Lo que pasa es que no ha llegado a todas partes y el ADSL aún cuenta con una red de cobertura más amplia.
Otra cuestión que separa a la conexión a Internet mediante fibra óptica del ADSL es el material del que está compuesta la red. En el ADSL está fabricado por hilos de cobre que mandan la señal eléctrica. En cambio, la fibra está compuesta por hilos de vidrio o de plástico, que envían señales de luz.
Diferencias a tener en cuenta
La fibra óptica nos ofrece a los usuarios la velocidad que realmente contratamos con el operador. En cambio, con el ADSL puede haber interferencias en la navegación por los cambios de temperatura o de tensión. Esto no pasará en la fibra óptica. Además, esta mejora nuestra experiencia de usuario en Internet porque los tiempos de espera cuando se suben o descargan archivos son menores por usar fibra óptica, que proporciona más velocidad, ideal para los sistemas de comunicaciones de una empresa. Para saber a cuánto se está navegando, se puede hacer un test de velocidad de Internet. Según los resultados de esta prueba, se podrá elegir la velocidad de fibra óptica que se necesita.
La fibra óptica se llama también fibra óptica hasta el hogar (FTTH en inglés). Es el mismo servicio con el que se podrá disfrutar de contenidos multimedia que precisan de alta velocidad de ADSL en Internet. Por ejemplo, vídeos o televisión en alta definición.
En base a lo que acabamos de exponer, en Imagar podemos decir que no es todo blanco o negro cuando se trata de elegir entre fibra o ADSL. La primera es la más recomendable, pero el ADSL es el que nos ofrecen mayoritariamente los operadores. Además, en algunos hogares puede no ser posible instalar la tecnología de fibra óptica, debido a que no haya llegado aún a su zona. Por eso, antes de contratar una oferta, hay que consultar la cobertura de fibra óptica que nos ofrece cada operador
Ventajas de la fibra óptica frente al ADSL
A la hora de contratar Internet, la fibra óptica nos dará más estabilidad de conexión y velocidad. Supera notablemente a la del ADSL, ya que se mueve en un intervalo de entre 50 Mb/s y 1 Gbps.
La velocidad de navegación que podemos contratar con ADSL es de hasta 35Mb/s o 10 Mb/s. De todos modos, como decimos, con la fibra óptica podemos alcanzar velocidades de ADSL que van de 50 Mb hasta 1 Gbps. Y no solo eso, sino que la velocidad que nos proporciona la fibra óptica no depende de la distancia del domicilio a una central telefónica.
Además, la calidad de la conexión de Internet a través de la fibra óptica es bastante mejor que la del ADSL por el grosor del material, los hilos de vidrio o de plástico de los que hablábamos antes. Además de ser el método de concexión más utilizado a la hora de crear infraestructuras tecnológicas para las empresas.
Por otro lado, la estabilidad de conexión que ofrece la fibra óptica es mayor que en el caso del ADSL ya que la cantidad de megas con los que navegamos es constante. Por eso, siempre dispondremos de la velocidad de bajada que se haya contratado. Si se contrata fibra simétrica, la velocidad de subida también será estable.
Otra ventaja es que la instalación de la fibra óptica es sencilla. Gracias a su flexibilidad y ligereza se puede adaptar a los conductos interiores que haya en la vivienda. Además, en caso de avería, se puede detectar dónde está el problema a través de control remoto sin tener que hacer obra para encontrarlo.
El único inconveniente es la cobertura de la fibra óptica. El ADSL funciona prácticamente en cualquier lugar de España, pero la fibra todavía está limitada al 71,4% del territorio. Hoy día, los operadores están invirtiendo en infraestructuras para garantizar que la situación cambie a corto plazo.