Si cada segundo se registran 40.000 búsquedas en Google, ¿no crees que es clave que las empresas gestionen correctamente esa información para ser más competitivas y ofrecer productos y servicios adaptados a las necesidades de sus clientes? A eso nos referimos cuando hablamos de la gestión del dato como un activo en el seno, por ejemplo, de una consultora informática.
La información, un valor del siglo XXI
Para las empresas, pequeñas, medianas y grandes, el big data y la transformación digital son un activo clave para mejorar sus servicios y generar valor. Los datos, la información y el conocimiento son los grandes valores del siglo XXI. La digitalización de las empresas, de la administración y de las ciudades está generando una ingente cantidad de datos. Analizándolos, las nuevas tecnologías del big data pueden extraer conocimiento.
La gestión de datos implica una buena protección que evite intrusiones o ciberataques. La mayoría de las denuncias puestas por las empresas tienen que ver con estafas o fraudes como malwares que cifran los archivos de forma fraudulenta y que arrasan con todo aquello que encuentran por la red y que no está protegido. Es innegable que los ataques tienen una motivación económica. Por eso, es clave determinar qué ha sucedido, de dónde viene el ataque o quién es el responsable.
La ciberseguridad no es un gasto, sino una inversión. Hay que proteger toda la información de la empresa y de los clientes para que no acabe volcada en Internet. Ante una posible denuncia, hay que analizar qué ha ocurrido y hacer una reconstrucción del ataque, valorar dónde se encuentran los activos informáticos y denunciar con esta información ya recopilada. Es importante recurrir a un perito forense para analizar con mayor profundidad el suceso.
En base a todo lo anterior, podemos afirmar sin duda alguna que hoy en día el dato es el activo empresarial más importante para competir. Por eso, el big data es algo estratégico en el sector empresarial. La información es poder, pero también lo es el conocimiento. La tecnología permite una explotación masiva de datos y quien disponga de esa información podrá marcar la diferencia con la competencia y liderar el mercado. El dato se almacena de manera sistemática e integrada, utilizándolo para definir productos y procesos que generan valor a la compañía a medio y largo plazo. El dato es un método para reducir costes, automatizar procesos de las empresas y ganar en eficiencia. Dicho de otro modo, es un activo que las empresas pueden rentabilizar. Por eso, muchas han convertido el aprovechamiento de la información en una ventaja competitiva.
La importancia de la comunicación transparente
Los datos y la inteligencia artificial aportan un valor añadido en el ámbito de la salud. Cada vez vemos más plataformas de servicios digitales que ponen en las manos del usuario el control de su salud gracias a la tecnología. Plataformas que incluyen todo tipo de especialistas médicos en chats y video consultas, derivando a consultas presenciales si es necesario.
Es clave establecer un vínculo de confianza con los usuarios para que sepan que no se van a utilizar sus datos para actividades sospechosas más allá del cuidado de su salud. Por eso hay que contar con herramientas y procesos internos de control, hacer un uso ético de los datos y contar con diseños tecnológicos que protejan los datos de los usuarios (seguridad + privacidad).