Todo analista programador sabe que el orden de los cableados dentro del rack es clave. ¿Y tú? Si no lo tienes claro, sigue leyendo. Tanto en una instalación informática como en el campo de las telecomunicaciones, el orden en los racks aporta grandes beneficios en cuanto a seguridad y funcionalidad del hardware.
Los racks son armarios metálicos que permiten fijar y almacenar el hardware que hace falta para un sistema de red informático. En función de la estructura, se puede optar por un rack cerrado. Por ejemplo, el rack cerrado de piso. Este cuenta con una puerta de vidrio templado con cerraduras y puede soportar grandes cargas. Existe, además, el rack abierto de piso. Lleva una base reforzada y su posible anclaje hace que adquiera mayor estabilidad y seguridad.
Los equipos dentro del rack van interconectados y su cometido es distribuir e interconectar varias workstation o estaciones de trabajo. Por ejemplo, el acceso a determinada red, a un sistema en particular o la salida a Internet.
Teniendo en cuenta la variedad de dispositivos que van interconectados dentro de un rack, es clave mantener el cableado en orden. Los cableados desordenados o interpuestos dificultarán el trabajo al personal informático a la hora de realizar cambios. Además, los servidores se calentarán por el menor flujo de aire. Como consecuencia, los componentes se estropearán antes.
Una cuestión de orden y mantenimiento
Hay que mantener los equipos separados dentro del rack. Todo para ganar en resistencia y durabilidad y para disponer del espacio necesario para el cableado.
Para organizar los puntos de entrada y salida de los cables de red, es necesario un panel de parches. Para organizar todos los extremos y que la conexión y desconexión sea más sencilla y práctica. Los cables que conectan los equipos dentro del rack se organizan con un ordenador de cables. Como acciones extra para lograr un mejor funcionamiento, se pueden renovar los extremos de los cables de red.
Algo vital en cualquier empresa
En toda empresa es clave mantener un orden en las conexiones de las instalaciones de red y las infraestructuras tecnológicas. La forma más adecuada para hacerlo es contar con un armario de conexiones. Es lo que se conoce como rack (estante en castellano), el lugar donde se realiza toda la instalación. Para ordenar los cables de red se utilizan los paneles de conexión. De ellos cuelgan nuevos cables de Ethernet que van conectados al switch.
También conocido como “conmutador”, el switch es un dispositivo de interconexión que se utiliza para conectar equipos en red conformando una red de área local (LAN). Sus especificaciones técnicas siguen el estándar conocido como Ethernet (técnicamente IEEE 802.3).
Es importante identificar correctamente el cableado y los dispositivos para averiguar a qué punto de red de la oficina pertenece cada cable y a qué switch va conectado.
Aparte del cableado, el rack es donde se monta el router y los servidores. Por eso hay que mantener una ventilación adecuada en el armario, comprobar que los cables no taponen las salidas de ventilación de las máquinas y refrigerar la sala. El calor excesivo es una de las causas más comunes de los fallos en los dispositivos.
En Imagar insistimos en que una red ordenada es una red fácilmente gestionable. Esto redunda en la eficacia del mantenimiento de los sistemas informáticos. En definitiva, la ordenación del cableado es esencial tanto en los puestos de trabajo como en los armarios y en la electrónica de red. Es una labor a realizar de forma periódica. Sobre todo en el rack. Entre otras cosas, para evitar la saturación del cableado.