Como consultora informática queremos hablar de los probadores de software o testers. Estos planifican y acometen pruebas de software para comprobar si los ordenadores funcionan correctamente. Identifican posibles riesgos de sufrir errores de un software y detectan errores. Evalúan el funcionamiento general del software y exploran formas de mejorarlo.
Los probadores de software pueden probar toda clase de software, programas individuales para aplicaciones o productos. En definitiva, programas que almacenan y procesan información para realizar una tarea específica. Las aplicaciones cuentan con pantallas para que los usuarios puedan introducir información e imprimir los resultados. Los probadores también pueden analizar sitios web o juegos de ordenador. Pueden participar del desarrollo de un nuevo programa, probar nuevas versiones de un software o llevar a cabo controles rutinarios de diversos productos.
Como decimos, identifican riesgos como:
- Errores que puedan ocurrir en el software.
- Confusiones al utilizar un software por falta de información.
Se trata de conseguir que un software ofrezca la máxima confianza. Para ello, deben diseñar pruebas que puedan repetirse y evaluarse. Normalmente, los probadores de software no tienen tiempo para probar todas las combinaciones posibles de las acciones a aplicar con un software. Han de llevar un registro de las pruebas que realizan. Una vez que estén completadas, tienen que enumerar los errores y redactar un informe para programadores y administradores de proyectos. Además, los probadores pueden trabajar como consultores.
Un probador de software necesita:
- Grandes habilidades de TIC.
- Capacidad de trabajar bajo presión.
- Capacidad de organización.
- Pensamiento lógico.
- Capacidad de planificar el trabajo a futuro.
- Atención a los detalles.
- Redactar informes claros.
- Habilidades de comunicación oral.
- Habilidades de trabajo en equipo.
En Imagar te recordamos que el proceso de creación de software se compone de varias fases. Desde el diseño hasta la puesta en producción. Una de esas fases es el testing de software o software QA. Es una disciplina en la ingeniería de software que hace posible tener procesos de ejecución de un programa o aplicación y una metodología de trabajo para localizar errores de software. Es el proceso de validación y verificación de un programa de software o una aplicación.
El testing va en paralelo al proceso de desarrollo del software. Según se está construyendo el producto, hay que realizar tareas de testing de software para evitar incidencias de funcionalidad y corregir posibles desviaciones. Las pruebas de software son necesarias para detectar los errores y para probar si cumple con las exigencias del cliente. Esto ayuda a los desarrolladores a corregir los errores.
El cliente puede no saber exactamente qué es lo que quiere. También puede darse el caso de que la persona que esté recopilando los requisitos los malinterprete o no los cumpla completamente al documentarlos. Los errores durante la fase de desarrollo pueden deberse a un error humano, a falta de experiencia o a falta de tiempo.
Puede darse el caso de que el cliente no disponga del ancho de banda necesario para probar todas las funciones del producto y que aún así lance el producto a sus usuarios finales, corriendo el riesgo de que estos encuentren errores en la aplicación.
En resumen, los probadores de software planifican y llevan a cabo pruebas de software de los ordenadores para comprobar si funcionan correctamente. Identifican el riesgo de sufrir errores de un software, detectan errores y los comunican. A veces, la fase de pruebas queda para el final y con un tiempo tan limitado que no permite garantizar un testing eficaz. En comparación con el testing, otras pruebas como las del rendimiento o la seguridad son menos cuantificables ya que no afectan a la funcionalidad directa.