Como consultora informática queremos aprovechar esta nueva entrada de nuestro blog para poner en valor la importancia de contar con un cuadro de mando en el seno de una empresa o negocio. Se trata de un aliado clave para saber qué está ocurriendo en todo momento. Información valiosa para ir tomando decisiones según las necesidades concretas.
Como herramienta, un cuadro de mando o dashboard te permite agrupar y visualizar los datos e informaciones para conocer lo que ocurre en tu entorno y con tu negocio.
Hablamos de un Cuadro de Mando Integral (CMI). Se le denomina también Balanced Scorecard (BSC). Esta metodología de seguimiento de la gestión empresarial es aplicable a nivel estratégico, táctico y operativo. La meta es definir la estrategia en objetivos claros y medibles. Objetivos estratégicos que den cumplimiento a las perspectivas de las organizaciones, monitoreadas según las metas establecidas.
Esta metodología permite estructurar los objetivos estratégicos de modo dinámico e integral para evaluarlos según una serie de indicadores que determinan el desempeño de los proyectos.
Lo primero para crear un CMI es definir la estrategia. Se trata de fijar la que será la hoja de ruta, la planificación estratégica. Se define la misión, la visión, los valores corporativos y la estrategia a seguir. Es clave tener claro el contexto estratégico de la organización, los nichos de mercado, las políticas internas y externas, etc.
¿Por qué tener un cuadro de mando?
Básicamente, porque es una herramienta tremendamente útil para conocer la situación global del negocio en un momento determinado. Y para hacerlo sin mucho esfuerzo, con solo echar un vistazo.
En Imagar te recordamos que el cuadro de mando está configurado por KPIs o indicadores clave de rendimiento. Le acompaña una representación gráfica. Lo mejor es que agregues la información automáticamente y que esté actualizado permanentemente. Recuerda que la meta es que se trate de una herramienta que te facilite la tarea de tomar decisiones e identificar rápidamente aspectos de mejora en tu negocio. Por eso, es esencial que la información esté actualizada.
Aunque en un principio era una herramienta de gestión pensada para empresas grandes, con la creciente digitalización se está extendiendo a autónomos y empresas más pequeñas.
Cómo crear un cuadro de mando
Lo primero es definir qué se necesita medir para gestionar el negocio en cuestión. Podemos resumir esta primera fase en los siguientes puntos:
- Definir KPI´s y tener claro cómo se van a actualizar.
- Elegir y configurar la herramienta donde se va a visualizar el cuadro de mando.
La definición de los indicadores de rendimiento depende de tus objetivos y del área de actividad. No será lo mismo para un e-commerce que para una tienda física.
En cuanto a las herramientas para la creación de un cuadro de mando empresarial, hay varias opciones disponibles. Lo básico es que reúnan estos mínimos:
- Integración de datos desde distintos formatos y aplicaciones.
- Que sea una solución escalable.
- Que incluya widgets para integrar servicios como Google Adwords, Adsense, Salesforce o Mailchimp.
- Que permita visualizar cómodamente datos del negocio.
Ventajas de contar con un cuadro de mando empresarial
Nos sirve sobre todo para optimizar el proceso de toma de decisiones estratégicas y de otros ámbitos como la producción, la calidad, la logística y el marketing y ventas.
Los indicadores del cuadro de mando nos servirán para evaluar rápidamente la gestión, compararnos con los competidores, diagnosticar amenazas y oportunidades y ver problemas o incidencias que solventar. Por ejemplo, una eventual caída de las conversiones o un incremento del tráfico procedente de Google. Para movernos de forma coherente y acorde a los acontecimientos y las necesidades de la organización.